Con un contundente 80% de los votos a su favor, Jorge Romero fue elegido como el nuevo presidente nacional del Partido Acción Nacional (PAN) para el periodo 2024-2027. Sin embargo, el proceso electoral interno estuvo marcado por una baja participación, con menos del 50% de los militantes del partido acudiendo a las urnas, lo que ha generado controversia sobre la legitimidad de la elección.
Baja participación y críticas a la legitimidad del proceso
La Comisión Nacional Organizadora del PAN, que supervisó la elección, atribuyó la escasa afluencia a las urnas a la violencia que se vive en varias regiones del país.
Ana Teresa Aranda, presidenta de la comisión, reconoció que el porcentaje de participación estuvo por debajo de las expectativas, pero destacó que, dadas las condiciones de seguridad en estados como Guerrero, Michoacán y Chiapas, se logró una asistencia significativa, que rondó el 50%.
“Nos hubiera encantado que la participación fuera mayor, pero atendiendo a las circunstancias del país, consideramos que un 50% no es tan malo. Incluso temíamos que fuera inferior al 40%”, declaró Aranda.
Adriana Dávila cuestiona la equidad del proceso
A pesar de su derrota, Adriana Dávila, quien fue la otra contendiente en la elección, reconoció públicamente el triunfo de Romero, pero cuestionó la legitimidad del proceso.
A través de un comunicado, acusó que la elección fue inequitativa y que desde el inicio se violaron normas internas del partido, lo que, según ella, dejó en entredicho la transparencia del proceso.
“La elección fue inequitativa, se violó la legalidad y no hubo condiciones de igualdad para competir”, declaró Dávila, quien además destacó la alarmante cifra de abstencionismo, que alcanzó el 70% de los militantes del PAN. “El mensaje de abstencionismo es claro: las cargadas no entusiasman, y las ideas y conductas dignas son lo que realmente mueve a la militancia”, agregó.
Romero, optimista sobre el futuro del PAN
Por su parte, Jorge Romero expresó en su primer discurso como dirigente que su principal prioridad será las elecciones de 2027. Aseguró que el PAN trabajará para mantener los gobiernos que aún controla y recuperar aquellos espacios perdidos en los últimos comicios.
“Venimos a ganar elecciones. Y mientras más nos subestimen, más nos perfilamos al triunfo”, afirmó Romero, quien también hizo un llamado a la unidad dentro del partido. A pesar de las tensiones internas, invitó a Dávila y a sus seguidores a sumarse a su proyecto.
Romero reconoció el trabajo de su contrincante y extendió una invitación para que forme parte de la nueva dirigencia, subrayando que asumirá el cargo con responsabilidad y humildad. También se comprometió a mejorar la gestión del partido y a corregir los errores del pasado.
Próximos pasos: entrega oficial de la dirigencia
El 13 de noviembre se anunciará el resultado oficial de la elección interna, y será ese día cuando se entregue el acta de ganador a Jorge Romero, formalizando así su ascenso a la dirigencia del PAN.
Mientras tanto, la división interna y las críticas a la legitimidad del proceso continúan generando incertidumbre sobre el futuro del partido, que se prepara para los desafíos electorales que se avecinan, particularmente en las elecciones federales de 2027.