El 14 de febrero es el día para celebrar el amor, incluso la amistad. Pero ¿quién fue el santo Valentín? y ¿por qué lo asociamos al romance?
Expertos creen que el actual día de San Valentín tiene su origen en una festividad de tres días de la Antigua Roma.
Desde que las instalara el rey de los arcadios, Evandro, según la mitología, esos días se celebraban las Fiestas Lupercales. Éstas hacían honor a Lupercus, el protector de los pastores y sus rebaños. Y también a la loba que amamantó a los gemelos Rómulo y Remo, quienes según otra leyenda fueron los fundadores de Roma.
La fiesta marcaba el inicio de la primavera y celebraba la fertilidad.
En el año 494 después de Cristo el papa Gelasio I decidió reconvertirla en una festividad católica, como ya ocurrió con otras celebraciones no religiosas a partir del siglo V d.C. Para ello, necesitaba un santo al que asociar la conmemoración. Y escogió a Valentín.
Así, el 14 de febrero del año 494 fue el primer día de San Valentín. Pero hoy no está claro quién fue aquél mártir.
Los tres Valentines
De acuerdo a la Enciclopedia Católica, el santo cuya festividad cayó en la fecha conocida hoy como día de San Valentín fue posiblemente uno de los tres mártires ejecutados en tiempos del Imperio Romano:
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- Un médico romano que se hizo sacerdote y al que el emperador Claudio “El Gótico” ordenó decapitar en el año 270.
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- Un obispo de la ciudad de Interamna, hoy Terni, Italia. Los restos de su cuerpo se conservan en la basílica de la ciudad, cuya fiesta patronal se celebra el 14 de febrero.
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- Un obispo también llamado Valentín de Recia que vivió en el siglo V y fue enterrado en Mais, cerca de Merano, en el Tirol italiano.
La historia más conocida es la del primero, la del médico romano que abrazó la fe cristiana y se ordenó sacerdote. En aquel tiempo, en el año 270 antes de Cristo, el emperador Claudio II prohibió casarse a los jóvenes, porque a su juicio los solteros sin hijos eran mejores soldados.
Según cuenta la leyenda, el sacerdote Valentín consideró injusto el decreto y desafió al emperador. Lo hizo casando en secreto a parejas jóvenes. De acuerdo al relato, las acciones del sacerdotes llegaron a los oídos del emperador y lo llamó a palacio.
La leyenda también cuenta que Valentín, un converso al cristianismo, aprovechó para hablar al emperador de su fe. Y aunque parece que en un principio al emperador le interesó lo que escuchó, fue disuadido por el gobernador de Roma y finalmente mandó decapitarlo.
Por llo que se considera a San Valentín el patrón de los enamorados.
Santo, sin celebración
Después de que el papa Gelasio I designara el 14 de febrero de 494 el primer día oficial de San Valentín, la festividad fue incluida en el calendario litúrgico tradicional y fue celebrada por la Iglesia católica en los siguientes 15 siglos.
Pero en 1969, bajo el pontificado de Pablo IV y después del Concilio Vaticano II, fue eliminado del calendario.
Así pasó a ser una fecha con santo pero sin celebración.
Pero ya era tarde. El festejo había echado raíces en varias sociedades.
En el siglo XX se convirtió en un gran negocio, cuando la revolución industrial permitió la producción en cadena de tarjetas de felicitación, uno de los regalos más frecuentes del día de San Valentin.
Los estadounidenses, por ejemplo, se gastan en tarjetas y otros detalles para ese día más de $18,000 millones de dolares, según la Federación Nacional de Comercio de EE.UU.
Y fue así que la festividad de la fertilidad de la Antigua Roma se convirtió después en el día para conmemorar a un mártir, y acabó transformándose en un gran negocio global.